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Olvida esos mitos sobre adoptar niños “mayores”

Hay quienes piensan que si adoptamos a un niño tal vez perdamos el amor que le tenemos meses o años más tarde si logramos o decidimos tener hijos propios…

En todo el mundo hay niños que esperan ser adoptados, pero existen muchos mitos sobre los que son más grandes. Normalmente, los adoptados son recién nacidos y los niños más grandes o adolescentes deben esperar mucho tiempo y, con suerte, ir a una familia en la que puedan confiar y ser bien recibidos, ya que suele pensarse que están ahí por ser delincuentes juveniles o porque huyeron de sus hogares, y no porque han vivido situaciones difíciles, como maltrato o unos padres incapaces de poder responsabilizarse por ellos.

El gobierno te pide adoptar más de una vez. Este es un error que debemos desmentir. El estado respeta tu decisión de adoptar más niños en caso de que no tengas ganas o espacio para cuidar a otro. Hay asociaciones que respetan esto, además de respaldarlo, ya que no podrían poner a un niño en un lugar donde los maltraten o en un lugar donde no reciban la atención necesaria. Pero cabe destacar que en el caso de los hermanos se busca, en lo posible, que estén juntos.

Tienen problemas de salud o comportamiento. La mayoría de los niños en los albergues son catalogados como “necesitados” pero solo porque su edad no les favorece para ser adoptados y solo la tercera parte de estos niños tiene alguna discapacidad. Aunque sus discapacidades no deberían ser un problema a la hora de adoptar, pues de igual forma adquirimos un compromiso. 

No hay garantías emocionales. Hay quienes piensan que si adoptamos a un niño tal vez perdamos el amor que le tenemos meses o años más tarde si logramos o decidimos tener hijos propios. Creen que el costo emocional de cuidar a un niño, que biológicamente no nos corresponde, nadie puede respaldarlo. Sin embargo, “una vez que un niño es adoptado, es como si hubiera nacido de ti” admite una madre adoptiva del Children’s Rights. 

Te relacionas con su familia. Una vez que eres legalmente responsable de un menor, no es necesario que debas relacionarte con sus padres o cualquier otro pariente, porque tú tomas las decisiones por tu hijo, de la misma forma como si lo hicieras por un hijo propio. Aunque eso varía con la situación del niño y sus familiares. Hay casos en los que es mejor mantenerlos alejados y hay otros en los que tienen el deseo de comunicarse con su familia. Es una situación que debe hablarse y llegar a un acuerdo.

Sin importar que desees llevar contigo a un niño o a un bebé, el amor y atenciones que deposites en él no se compararán con nada. Da lo mejor de ti y en todo momento busca su bienestar. Edúcalo con mucho amor, pues él lo merece.

Fuente: OkChicas.com
Foto: Pixabay-simple_tunchi0

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