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El irreverente no permite que lo sean con él, el que critica odia ser criticado, el burlesco detesta ser burlado. El que es crudo y directo no soporta la sinceridad extrema que a él se refiera.
Por eso, lo más sabio es la conmiseración con tu congener y tratar de entender su estado de conciencia, que a veces, no es más que falta de evolución, la cual cuando se obtiene, trae discernimiento si se busca con voluntad y denuedo.
¿Quién se halla listo y presto a escuchar la verdad? Nadie, pues, esta a veces duele, porque la imagen que teníamos de nosotros mismos, no concuerda con la que los demás tenían de nosotros. Por lo tanto, es más conveniente ser un individuo carente de imagen.
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— Rosur.
