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No es cobardía mía, es que creo en la ley del karma y sé lo poderosa que suele ser. No observas mi paso titubeante, es solo sigilo, como quien anda en una cuerda floja, siempre guardando el equilibrio, y así jamás perecer.
Como el que da pasos en la arena que besan las olas, pretendiendo no dejar ninguna huella fresca, sobre ella…
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— Rosur.