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A veces, no sé, ni siquiera que tiene el cosmos para contarte. Hay veces que ni siquiera lo presiento, tan sólo espero a que las palabras como rayos de luz entren por mi ventana, y en ciertas ocasiones, solo vienen cuando estoy desapercibido en mis quehaceres domésticos.
Otro tanto sucede, cuando tan sólo intuyo, cuando una palabra o una frase aparece como una luz brillante de encendido fulgurante.
Otro tanto, viene como torrentes de palabras e ideas y me apresuro a escribirlas como aquel niño que recogiendo el granizo abundante, se divierte.
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— Rosur.