La naturaleza en su vasta diversidad, esconde muchos misterios, uno de ellos es la Cianita, también conocida como Distena, descrita como un mineral perteneciente al grupo VIII, según la clasificación de Strunz (sistema que se utiliza para clasificar universalmente en mineralogía basada en la composición de los minerales), es hallada en algunas rocas formadas por la modificación de otras ya preexistentes, el proceso de extracción es llamado Metamorfismo, ya que consiste en la transformación de las rocas mediante un proceso con calor o presión, así esta sufre ajustes estructurales.
Las rocas en las que se puede encontrar la Cianita, son conocidas como gneiss, pegmatitas y los esquistos. La Cianita es perteneciente a la familia de los silicatos de aluminio.
El nombre Distena fue otorgado por René – Just Hauy (mineralogista Francés), con relación a sus propiedades eléctricas, que dependen de la dirección del cristal. El nombre Cianita fue otorgado en 1789 por el científico Alemán Abraham Gottlob Werner, griego Kuanos, refiriéndose al color “azul”.
La Cianita, se identifica por su color azul mezclado con otros minerales, es utilizada en productos refractarios, cerámicos como la porcelana, fabricación de útiles de electricidad y como piedra preciosa, hay quienes aseguran que esta piedra está aquí para ayudar a los humanos en su desarrollo espiritual.
Señalan que tiene diferentes capacidades como el poder de integrar la luz de las chakras superiores, dentro de la mente de las personas que la utilizan, haciendo que surjan nuevos entendimientos que permitan al alma expresarse fácilmente y traer así este conocimiento al reino físico.
No guarda ninguna clase de energía o vibración negativa, así que no necesita de limpieza, su energía es ilimitada y su frecuencia muy alta, también ayuda en la conexión de fuentes y dimensiones con el “yo” interior.
Se le atribuye también, alineación inmediata de los chakras con solo pasarla por la línea de estos, si pides que los abra con gusto lo hará, permite una conexión con la memoria del alma y las fuentes universales, es considerada una liberadora de esa tercera dimensión, activa memorias y nos empuja al cambio de consciencia.
Potencializa los poderes de las personas y de los cristales, también remueve bloqueos energéticos, calma y tranquiliza al ser, facilita la claridad en el pensamiento y el autoconocimiento, ayuda en la limpieza del aura mientras se desplaza sobre esta y nos conecta con la voz del alma.
Se aconseja meditar con ella colocándola sobre el chakra de la cabeza, para ir integrando su gran energía, en el aspecto físico, se le atribuye la ayuda en trastornos musculares, fiebres, sistema urogenital, tiroides, paratiroides, las glándulas adrenales, la garganta y el cerebro, con solo colocarla en la parte afectada por algún tiempo. ¡¡Es considerada un tesoro de luz!!
Ayuda a conectar las brechas de energía causadas por fractura de huesos, cirugía y otros traumas, ayudando a los nervios y tejidos a establecer nuevos caminos a través y alrededor del lugar del trauma.
Personalmente, creo que tiene una energía mágica y esta nos adentra en el propio conocimiento de nuestro ser interior, permitiéndonos liberarnos de energías y pensamientos negativos, así como la mejoría de dolores musculares y tensiones.
Autor: Natalia Rodríguez
Fuentes: es.wikipedia.org, conexioncristalina.wordpress.com
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