En este ensayo se busca solucionar el interrogante que se presenta cuando ocurre la transformación del Museo Colonial por medio de la desacralización paulatina de la figura colonial en Colombia, y como a través de ese pasado colonial influye en nuestro presente. Igualmente, se analizará como la transformación del museo implicó un entre el museo como institución y la comunidad.

Así mismo, se analizará como en el 2017, el pasado colonial tuvo influencia en la forma de dirigir los museos. También las transformaciones que el museo colonial ha sufrido como tal a través de la historia. Se buscará así mismo dar respuesta si es posible contar el pasado colonial desde una perspectiva decolonial.

Se analizará así mismo, como se plasma el guion museológico en las colecciones de objetos, despojándolas así de su sacralidad, dando lugar quizás a nuevas formas de contar una historia. Se sacará una conclusión del hecho que el museo dejó de ser una referencia a la colonia y se convierte en una práctica o interpretación del colonialismo pasado desde una perspectiva mestiza en el presente o mezcla de guiones o relatos.

Analizando la idea general del autor: John Holloway de su popular libro: “Agrietar el Capitalismo. El Hacer Contra el Trabajo”, 2011. Se toma la idea que el capitalismo sufre unas fisuras. Que se caen por su propio peso, ya que no es la forma correcta de gobernar ni el mundo, ni el país donde nos hallemos. También, fuera de las grietas que sufre el capitalismo por su propio error, existen unas grietas que se forman y alimentan por cada una de las personas que no están de acuerdo con este régimen, y que aparentemente son imperceptibles, pero con el tiempo, esta forma de pensar tendrá tantas grietas, propias y propiciadas por la oposición, que el sistema capitalista se caería por si mismo, sin necesidad de una revolución con violencia, sino una revolución pacífica y silenciosa, pero constante, como cuando avanza un virus , que se multiplica en un  ente biológico, sin este darse cuenta.

Todo lo anterior, se especifica con el propósito de explicar como se ha dado la descolonización a través de la historia, de las naciones, que un día fueron colonias europeas. En nuestro caso particular de la “madre patria España”. Este proceso del el cual nos referimos, pudo ser también una revolución silenciosa, ya que como se sabe el museo, tuvo un origen oligarca, este extraño poder pudo ir cediendo a través de la historia, como esa grieta o conjunto de esta, que fueron creciendo hasta disminuir el poder hegemónico del Colonialismo, en el mundo. Para nosotros directamente de la potencia mundial que fue España en su momento, por ser la más rica y la que tenía, mayor número de colonias a su disposición.

Cabe a notar que en nuestro proceso de descolonización si hubo violencia, por nuestros actos de revolución, pero, aunque se nos ha llamado repúblicas libres, la descolonización no se dio totalmente, porque hasta hoy en día la influencia de occidente y su cultura, siguen actuando en nuestra forma de pensar, y hasta en nuestros gustos. La descolonización en nuestros museos y en nuestra cultura, no ha sido terminada, va en un proceso de colorativo, como cuando se desvanece el color en una pintura antigua. Y hay que retocarla, pero hoy en día. En nuestra cultura de países subdesarrollados, esta perdida de fuerza hegemónica, no se puede reforzar, porque, el tiempo y  nuestra historia han hecho su justicia, y ya somos conscientes que un día fuimos: colonizados, manipulados, influenciados, nos impusieron una religión, una cultura y una manera de pensar que no era la nuestra, pero fue inevitable que, aun quedaran vestigios, como los que aun poseemos, como consecuencia de esa dependencia e influencia que sufrimos en el pasado, aun no tan remoto. La colonización, producto de la occidentalización, todavía sigue viva en nuestro territorio, ¿un día nos libraremos totalmente de ella? Es nuestra esperanza, y se perfila así que suceda en el tiempo que se proyecta en nuestro futuro. Queda claro que, la transformación del museo Colonial (pienso personalmente que, se le debería llamar más bien museo Colonizado) en las hoy llamadas repúblicas independientes, ha disminuido grandemente, casi hasta morir o desaparecer definitivamente según nuestra percepción, pero no es así, el grado de deshogemonización no lo podemos medir, ni con ciencia, ni con las matemáticas, porque es un acontecimiento social. Es un fenómeno sociológico, que solo con el tiempo nos liberaremos totalmente de ello, hasta que nuestras naciones avancen, pero, así se nos catalogue como naciones subdesarrolladas y así lo aceptemos y repitamos en nuestra mente y en nuestras conversaciones, seguiremos siendo colonizados, perdón, quise decir: “coloniales”. ¿Una fecha exacta? No la tenemos porque ha sido un proceso arduo, lento y difícil a través de nuestra historia y que aun se siente el eco que va agonizando hasta que un día, Dios mediante, muera. (Para los ateos: hasta que un día nuestro Dios interior lo quiera). Una de las maneras de como ese pasado colonial influye en nuestro presente se manifiesta cuando creemos, sobre todo en Colombia, que todo lo extranjero es superior a nosotros, a los foráneos por ser ellos quienes son se les dan a veces los mejores puestos en las empresas, y creo que los museos no son la excepción. También, cuando al ver las pinturas de las imágenes sagradas no nos permitimos criticarlas o preguntarnos, el porqué hoy todavía en nuestros templos religiosos y en nuestros museos figuras de crucificados, ensangrentados, golpeados y vemos muchas veces en ello una virtud, tanto en el museo como en las iglesias, donde estas ultimas no dejaran de ser también una especie de museo. Querámoslo o no.

Rosur Canal