sábado, junio 3, 2023
Publicidad

Motívate

- Advertisement -

Redes Sociales

547FansMe gusta
119SeguidoresSeguir
109SeguidoresSeguir
233SuscriptoresSuscribirte
- Advertisement -
En la mañana vacía vestida de su alborada; en la tarde fenecía cual la rosa de la nada. Estaba abierta de día, de noche estaba cerrada; cantaba como gemía, sentía cuanto lloraba, La flor del mundo ignorada, que sólo el alma adivina, de su tallo se alejaba a ser la rosa divina. Autor Xavier Abril
« Con este don tan especial que me has entregado, quiero alcanzar el alma del ser humano. Y en portentoso clamor manifestarle su grandeza que se encuentra dentro de su envase. Que, aunque su materia se deteriora y es efímera, su Esencia Divina es intacta, desde que nace hasta que se despide de este nivel de existencia, que es un...