Los hermanos mayores están catalogados como el “ensayo y error” de los padres, ya que, al ser los primeros, los padres están probando qué hacer y qué no con ellos y los demás hijos. Al ser los más grandes, tienen una carga mayor que los menores, pues los padres confían en ellos y tienen responsabilidades distintas a los demás, como ayudar más en el hogar o buscar a su hermanito al colegio.
Ellos son dominantes pero responsables y el orden de nacimiento tiene mucho qué ver con el carácter de cada quien. No todos somos iguales, pero hay patrones que coinciden. Algunos estudios apoyan la idea de que los primogénitos son más inteligentes que los siguientes y que su nivel de intelecto o coeficiente intelectual va disminuyendo según se tenga menos edad, desde el primero hasta el último de la familia.
Uno de los más recientes es el hecho en tres países: Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia, realizado por la universidad de Leipzing, en Alemania. Dicho estudio toma en cuenta datos sobre el tamaño de la familia, su estatus socioeconómico y la edad de los hermanos, descartando la posibilidad de que haya algún niño prodigio entre ellos.
Entre los resultados arrojados, está el hecho de que los más grandes tienen un vocabulario más amplio y tienen menores dificultades para entender ideas y pensamientos abstractos. Tienen mayor posibilidad de entender problemas de lógica y lingüística y de relacionarse mejor con las personas que se encuentran en su entorno.
“Pero lo más relevante fue que presentaban 1.5 puntos más de cociente”, explica OkChicas.com. Sin embargo, todavía no se sabe cuál es la razón exacta sobre el por qué los mayores son más inteligentes. Podría tratarse de una cualidad recibida por la experiencia con los padres y otros individuos en su medio o por recibir una carga de responsabilidades mayor.
En la edad antigua, los primogénitos eran considerados los hijos más importantes de la familia y a quienes se le cedían los derechos en caso de faltar el padre, por lo que esto también podría influir en su comportamiento actual. Es muy posible que se trate de ciertas condiciones que tienen qué ver con esto durante la gestación o factores ambientales que influyen de manera positiva.
Los hijos mayores tienen más facilidad para mentir y saben mejor cómo tratar a sus padres, pues ellos se toman el tiempo de fijarse en esos pequeños detalles que hacen molestar a sus progenitores, pero también tienen la capacidad de defender. Si ven que sus hermanos menores están en peligro ellos disfrutan de ayudarles, además, los ven como un “juguete” ya que pueden moldearlos a su gusto y hacer de ellos mejores personas.