Como un sol naciente, que acaricia mi mirada, con refulgente luz mientras te observo por mi ventana. Así nacemos, llenos de vida misteriosa, llenos de ahínco lisonjero.
Proyectos van y llegan, construímos con denuedo, afinamos nuestro espacio lleno de belleza.
Construímos imperios de grandeza.
Y cuando llega la tarde, y el crepúsculo a lo lejos se avecina, nos asusta el dejar todo lo que hemos soñado y realizado, pero sólo es un atisbar en el universo, sólo es un anochecer, de recarga que llena, para volver de nuevo refulgentes de belleza a brillar como el astro rey, lleno de esplendor y hermosura.
Rosur.
