« Hay una paz que no se improvisa, es aquel estado del espíritu, cuando sientes que no le debes a nadie, ni nadie te debe a tí.
Es cuando te desarmas, sueltas tus apegos y extiendes tus brazos como alas, tu cuerpo sigue allí, sujeto a la Madre Tierra, pero tu alma se siente liberada.
Es cuando te das cuenta que, en este viaje de primavera es mejor tener ligera la maleta, y gozar libremente de cada momento único y eterno, con gracia y estilo, las cosas sencillas y bellas de la vida. »
— Rosur.