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Mi cuerpo yace relajado, y mi respiración profunda hace que mi esencia divina salga de su vehículo, para flotar en medio de mi habitación.
Cuando lo logro, no hay límites para mi espíritu, puedo ir a donde quiera, atravesar: muros, montañas y cualquier barrera que me espera.
Siento, que soy esa realidad que muchos ignoran, mientras que otros apenas exploran. Y se me abre la vida ante mis ojos, como un libro… Y si estoy de suerte, encontraré algún Maestro…
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— Rosur.