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Cuando te entregas al bien, sin calcular, sin restricciones. Te llegan regalos sorprendentes del cosmos. Empiezas a danzar, el verdadero vals de la vida con la Madre Naturaleza.
Te conviertes en un mimado del destino, porque sólo te pasan cosas buenas y si algo malo llegase a suceder, tu confianza será plena, y lograrás sortear todos y cada uno de los obstáculos que se te presenten en la vida, de una manera calmada y serena y del mismo modo magistral.
Cuando te entregas de manera entera a sólo hacer el bien, habrás emprendido el verdadero camino, y habrás comenzado el proceso, para un día llegar a existir en plenitud.
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— Rosur.