Biblioteca Reale di Torino-Italia

“¿Las Bibliotecas son realmente todas bajo los mismos conceptos, tutelan el entero patrimonio interno que la conforman, nos crean percepciones y sensaciones de igual modo, cuando las frecuentamos?...

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La Biblioteca Real de Turín – en Italiano (Biblioteca Reale di Torino); considerada una de las más importantes instituciones culturales de Turín. Conformando parte del grupo de residencias Saboyanas, inscrita en la lista conferida de la Unesco  parte del patrimonio de la humanidad (1997). Instituida en (1839) por el Príncipe Carlo Alberto di Savoia y que encarga al Conde Michele Saverio Provana di Sabbione, de recopilar el entero patrimonio de libros que restaba en el Palacio Real, después de la donación de Vittorio Amedeo II a la Universidad de Turín. E  igualmente lo que había podido sustraerse, durante el desvalijamiento en la época Napoleónica. 

Junto a esta recopilación Carlo Alberto anexaría su colección privada de libros, en igual manera todos los volúmenes que le habían regalado de varios donadores. A este punto surge un nuevo personaje; Domenico Promis (1804-1874) histórico y numismático Italiano, a quien se le atribuye un papel fundamental para el desarrollo de la Biblioteca de Turín, individualizando la posibilidad de realizar una recolección especializada, como también plantear la numismática desde el punto de vista histórico y artístico.   

En 1840 la Biblioteca poseía aproximadamente 30.000 volúmenes, todos de considerable valor, la fuerte cantidad e incremento del patrimonio, comportó a una sistematización en otra área más grande y espacio particular, en la que participa para la gestación, el Arquitecto Pelagio Palagi, como también los pintores Marco Antonio Trefogli e Angelo Moja, colaboraron a enriquecer el suntuoso diseño del Arquitecto Palagi. 

Sin embargo el sucesor heredero al trono Saboyano Vittorio Emanuele II, según parece fue poco sensible al cuidado y sabiduría sobre este precioso tesoro, en cuanto a bienes  y conservaciones bibliotecarias. Por lo tanto,  hizo que el desarrollo y evolución de este valioso evento se frenara notablemente, no solo en este tipo de institución, sino  en todas las correspondientes a esta clase de manifestación. Los soberanos de todos modos continuaron a enviar a Turín los libros que recibían en obsequio a modo de cortesía. La Biblioteca de Turín, a través del Conde Theodor Sabachnikov (1869-1927) Ruso; mediante su donación, en Italiano- “Codice sul volo degli Uccelli”, Tratado del vuelo de los pájaros de Leonardo Da Vinci, determina una importante adquisición para la Biblioteca.

El patrimonio de la Biblioteca  Real de Turín; actualmente conserva alrededor de 200.000 volúmenes a estampa, 4.500 manuscritos; relativo a “escritos a mano” y redactados en forma de libros, se enuncia en este caso, los manuscritos medievales  en latín de  Física de Aristóteles, preservados a través de los siglos y pertenecientes a la idoneidad de la filología. La Biblioteca también conserva 3.055 diseños, 187 incunables; se entiende por libros, estampados con la técnica a caracteres movibles, utilizada entre mitad del S.XV y el 1.500. El término Incunable en latín- incunabulum, fue utilizado por  primera vez por el médico Holandés, Hadrianus Lunius. Se tiene de referencias, libros realizados en serie con una técnica particular del S.XV,  logrando activarse en toda Europa 500 tipografías, se estima que entre el (1455 – 1500) se estamparon cerca de 35.000 ediciones de tiraje, complejas alrededor de 10 millones de copias, de las cuales subsisten 450.000 y de estas 110.000 son conservadas en Italia. 

Los Incunables son considerados bienes de inestimable valor, conservados en museos y bibliotecas muy importantes. Según fuentes de autenticidad, el primer libro estampado fue la Biblia de Gutenberg en Latín, porque era el Idioma sapiente o erudito en ese momento, inherente al lenguaje de Virgilio (70- 19, A.C- calendario Giuliano), poeta Romano se le atribuye la Eneida.

Regresando al patrimonio de la Biblioteca Real de Turín, existen 20.987 opúsculos, 1.500 pergaminos, 1.112 periódicos, 400 libros de fotos, numerosas incisiones y carta geográfica.

Entre el material conservado, de relevante importancia en la Biblioteca es de mencionar el “Autorretrato de Leonardo Da Vinci”, protegido en un salón subterráneo de la Biblioteca.  

La señorial y magnífica obra arquitectónica de estilo barroco,  que conserva con gran curia y diligencia, de una indudable metodología aplicada a la vasta recopilación de libros y elementos concernientes en el recinto, anteriormente enunciados. El lugar es proyectado con la funcionalidad actualmente, de ser utilizado tanto para visitantes, turismo, pero ante todo para estudiosos e interesados, a frecuentar y vivir una experiencia completamente opuesta, que comporta una biblioteca de estilo moderno tradicional. Allí es adentrarse en un lapsus de tiempo en otra época, adaptándose al componente de libros y material de épocas pasadas, de siglos”…  

Autor: María Enid Fuentes
Fuentes: it.wikipedia.orges.wikipedia.org
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