A todos nos gusta la carne, es delicioso comerse una parrilla, una hamburguesa o una buena pasta a la boloñesa. Sin embargo, algunas investigaciones han determinado que este tipo de alimento en exceso es dañino para la salud.
Las carnes rojas permiten un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como también al cáncer de mama, de colón, entre otros. De igual modo, está comprobado que la ingesta excesiva de este tipo de alimento promueve una mayor incidencia de accidentes cerebrovasculares (ACV).
Sin embargo, algunos expertos en el tema comentan que no se debe “demonizar” a la carne: “comer mucho de cualquier cosa no es bueno, por eso nuestra alimentación debe estar basada en la poli variedad en las medidas adecuadas: no tomar más de 3 o 4 veces carne a la semana, pero tampoco embutidos, ni pescado…” dijo el especialista el doctor Gonzalo Guerra Flecha, en una entrevista para EFE.
Se habla que lo indicado en materia del consumo individual de carnes rojas sería en promedio, unas dos porciones, tres veces por semana. Además de esto, hay que tener en cuenta que no es igual las carnes rojas comunes y las carnes rojas procesadas como: salchichas, salchichas, hamburguesas u otras. Las procesadas tienen mayor concentración de sodio y aditivos, por lo tanto no serán igual de perjudiciales que las carnes rojas frescas.
Si tienes que elegir comer carnes rojas procesadas o frescas, ni lo pienses por un momento, la opción sana es la última.
La manera más adecuada de incluir carnes rojas en la dieta sin perjudicar tu salud es la siguiente:
-Elige carnes al horno o a la plancha. Estos métodos de cocción no requieren que añadas grasa, razón por la cual comerás mucho más ligero.
-Cocínala entera. No la cortes en trozos pequeños al cocinarla, pues de este modo perderán nutrientes.
-Escógela bien. Debes elegir cortes de carnes magras, así reduces las grasas saturadas y el colesterol.
-No comas carnes quemadas. Parece obvio decirlo, pero la carne quemada puede contener sustancias toxicas, además de un pésimo sabor.
-Siempre combínala con frutas y verduras. Al servir tu trozo de carne, tu parrilla o tu asado, no olvides combinarlas con verduras, frutas y otros alimentos. Recuerda que en la variedad esta el gusto.
No es ninguna novedad que las carnes rojas son dañinas, sin embargo, recuerda que la clave esta en la moderación: “La carne roja, si abusamos, es un promotor de segundo nivel del cáncer a medio y largo plazo. Y la carne procesada, que utiliza conservante como los nitritos, es un promotor de primer nivel, pero todo depende de las cantidades” afirma el medico especialista en el tema Antonio Villarino.