Los Juegos Olímpicos modernos, nacidos a finales del siglo XIX, representaron un nuevo comienzo para el deporte. Sin embargo, este renacimiento olímpico excluyó a las mujeres debido a los prejuicios de la época sobre sus capacidades físicas y mentales. Tuvieron que esperar hasta los Juegos de París de 1900 para participar.

Fue precisamente en París donde una joven tenista británica, Charlotte Cooper, se convirtió en pionera. Nacida en 1870, ‘Chattie’ demostró desde muy temprana edad un talento excepcional para el tenis. Sus primeros éxitos llegaron en 1893, cuando conquistó su primer título en el Club de Ilkley. En 1895, vinculada como miembro del club de tenis Ealing Lawn Tennis Club, Charlotte conquistó su primer título de Wimbledon.
A pesar de perder la audición en 1896, Charlotte no se dejó vencer. Al contrario, esta adversidad la llevó a desarrollar una concentración aún mayor, lo que la consolidó como una de las mejores jugadoras de su generación.
En los Juegos Olímpicos de París de 1900, marcados por una organización caótica, Charlotte hizo historia al convertirse en la primera mujer en ganar una medalla de oro olímpica en una prueba individual. Su victoria fue un hito que demostró al mundo que las mujeres eran capaces de competir al más alto nivel.

La tenacidad de Charlotte fue incuestionable. A lo largo de su carrera, logró numerosos éxitos, como ganar Wimbledon en varias ocasiones y alcanzar la final a los 41 años, un récord de longevidad que aún perdura.
La participación de Charlotte Cooper y otras atletas en los Juegos Olímpicos de París de 1900 marcó un antes y un después para el deporte femenino. Sus logros allanaron el camino para futuras generaciones de deportistas, demostrando que las mujeres tenían un lugar destacado en el mundo del deporte.

Sin embargo, la discriminación sigue siendo una realidad en el deporte femenino. A pesar de los avances logrados, las atletas siguen enfrentando desafíos como la brecha salarial, la menor cobertura mediática y la falta de oportunidades en ciertas disciplinas. El documental ‘Hijas de Cynisca’ pone de manifiesto estas desigualdades, revelando las situaciones de discriminación que viven a diario muchas deportistas.

La comparación entre la cobertura mediática de eventos deportivos masculinos y femeninos es especialmente reveladora. Mientras los logros de los hombres son ampliamente difundidos y celebrados, los de las mujeres suelen pasar desapercibidos o ser minimizados. Esta desigualdad en el trato no solo es injusta, sino que también perpetúa estereotipos de género y limita las aspiraciones de las jóvenes atletas.
Es fundamental que la sociedad en su conjunto se comprometa a combatir esta discriminación y a garantizar la igualdad de oportunidades para todas las atletas. Solo así podremos construir un deporte más justo y equitativo.

Autor: Vilma Guzmán Fuente: iberdrola.com, hijasdecynisca.com, esto.com.mx, britannica.com, blogimpiadas.wordpress.com.
Video: Youtube - Heroínas ocultas: Mujeres en la historia, Youtube - Latinus_us, Youtube - Hijas De Cynisca
Imágenes: Capturas de pantalla del video Charlotte Cooper: La dama de blanco que marcó un antes y un después en el deporte Y CHARLOTTE COOPER: El primer oro olímpico femenino.