Pensamientos Rosur – # 318 —

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¡Qué calle el poeta! dijeron, aquellos que al escucharle, no podían igualar sus versos. Sólo el rubor de sus mejillas podía compararse a la inspiración de aquel maestro.

¡Qué calle el poeta! dijeron, aquellos a los que la divinidad les había negado la dignidad, que sólo reciben aquellos, de la inspiración sublime, que sólo pueden brindar las musas a aquellos escogidos por ellas.

¡Qué calle el poeta! gritaban de rabia aquellos cuya envidia no los dejaba ver que: ¡aquel tan solo seguía, instrucciones divinas!

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— Rosur.