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Mi piel está curtida de cicatrices del espacio recorrido y las diferentes circunstancias enfrentadas, he perdido muchas batallas y de otras he salido victorioso.
Las veces que me he caído, he vuelto a sostenerme en pie, ante la mirada atónita de mis contrincantes que, han creído hacerme daño, pero tan solo he recibido entrenamiento, convirtiéndose ellos en mis auténticos maestros.
¡Soy viejo, pero aún más viejo es mi espíritu que vuelve cada vez, como el ave fénix resucitado!
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— ROSUR.
