El sentido más desarrollado de los perros es el olfato, a través del cual perciben el mundo de una manera extraordinaria. En comparación con el olfato humano, el canino es entre 10.000 y 100.000 veces más sensible.
Entre las características notables del olfato canino se encuentran:
- Receptores olfativos: Mientras que los humanos poseemos alrededor de 5 millones, los perros cuentan con entre 200 y 300 millones.
- Procesamiento cerebral de olores: La región del cerebro dedicada al análisis olfativo es aproximadamente 40 veces mayor en los perros que en los humanos.

- Percepción a larga distancia: Los perros pueden detectar olores a kilómetros de distancia.
- Detección de olores sutiles: Son capaces de identificar olores que para nosotros pasan inadvertidos.
- Discriminación olfativa: Los perros pueden distinguir y separar unos olores de otros.
Gracias a este prodigioso sentido del olfato, las labores más conocidas asignadas a los perros incluyen la búsqueda de explosivos, drogas, supervivientes bajo escombros, así como la asistencia en investigaciones criminales o en la localización de personas desaparecidas.
Sin embargo, existen otras tareas menos conocidas pero igualmente valiosas. En el campo de la medicina, aunque la investigación aún está en curso, perros entrenados han demostrado ser capaces de detectar varios tipos de cáncer con un grado de precisión significativa en estudios preliminares. Entre los cánceres que han logrado identificar se encuentran:

- Cáncer de pulmón (a través del aliento).
- Cáncer de ovario (en muestras de sangre).
- Cáncer de próstata (en la orina).
- Cáncer de vejiga (en la orina).
- Cáncer colorrectal (en muestras de aliento y heces).
- Cáncer de piel (melanoma, mediante olfateo directo de las lesiones).
- Cáncer de mama (en muestras de aliento, orina y tejido).
Adicionalmente, en el manejo de la diabetes, los perros tienen la capacidad de alertar sobre una inminente crisis hipoglucémica.
En la lucha contra el comercio ilegal, la policía en Asia entrena perros para detectar el policarbonato, material utilizado en la fabricación de DVDs falsificados.
En el ámbito científico, perros entrenados localizan excrementos de ballena, los cuales se hunden aproximadamente 30 minutos después de la defecación. Al encontrar las heces antes de que se sumerjan, los científicos pueden estudiar la dieta y la salud de estos cetáceos.

En la industria hotelera, los perros son útiles para detectar chinches en las camas, parásitos difíciles de identificar y erradicar. Su olfato les permite localizarlos con una precisión de hasta el 96%.
La nariz de esta perra salva a las abejas
En la apicultura, una perra llamada Klinker, que trabaja en el Departamento de Agricultura de Maryland (EE.UU.), salva a las abejas de la enfermedad de loque americana. Esta labrador puede detectar las bacterias causantes de esta enfermedad en las abejas melíferas en sus etapas iniciales, permitiendo a los apicultores tratar las colmenas con antibióticos antes de que la enfermedad se propague y cause graves pérdidas. Cuando Klinker detecta la bacteria, se sienta, protegiendo así a las abejas y la economía de los apicultores.
El asombroso sentido del olfato de los perros, mucho más que una simple herramienta para rastrear olores familiares, se revela como una capacidad multifacética con aplicaciones sorprendentes y en constante expansión. Desde la detección temprana de enfermedades hasta la protección del medio ambiente y la asistencia en diversas industrias, los perros demuestran ser colaboradores invaluables cuyo potencial olfativo continúa abriendo nuevas y prometedoras vías de servicio a la humanidad y al planeta.

Autor: Vilma Guzmán
Fuente: tierrapost.net, abejas.org, naukas.com.
Video: Youtube - La nariz de esta perra salva a las abejas.
Imágenes: Diseño Vilma Guzmán en Canva, pixabay.com