Según datos del Consejo Colombiano de Seguridad, al menos una de cada tres estafas se perpetra a través de una llamada telefónica. Alarmantemente, solo el 33% de los colombianos ha logrado identificar estos intentos de fraude y evitar caer en la trampa.

Sin embargo, las estafas no se limitan a las llamadas directas. También se extienden a través de aplicaciones como WhatsApp, mensajes de texto, mensajes de Facebook y correos electrónicos, donde los delincuentes continúan con sus engaños.

Los estafadores son expertos en suplantar identidades. Pueden hacerse pasar por familiares, amigos, entidades bancarias, compañías de servicios telefónicos, instituciones estatales, entre otros. Su objetivo es generar confianza o miedo para manipular a sus víctimas.

Cómo protegerse de los fraudes telefónicos: recomendaciones clave

Para evitar ser víctima de estas artimañas, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Desconfíe de números desconocidos y llamadas inesperadas: Esta es, quizás, la regla de oro. Si no está esperando una llamada y no reconoce el número, es mejor no contestar. Si de pronto usted contesta y quien llama parece tener sus datos personales y se dirige a usted por su nombre, mantenga la cautela.
  • Identifique las señales de alarma y cuelgue de inmediato: Los estafadores suelen crear un ambiente de urgencia, confusión, miedo o curiosidad. Si la persona que llama lo presiona para actuar de inmediato, lo amenaza con perder beneficios, le dice que un familiar está en peligro, o le exige confirmar su identidad bajo amenaza de bloquear su cuenta, le dice que usted se ganó un premio y usted no se ha inscrito para participar en ninguno, cuelgue sin dudarlo. La estrategia del estafador es que usted no tenga tiempo de verificar la información.

La Policía Nacional alerta sobre posibles estafas a través de WhatsApp.

  • Verifique siempre la información: Si después de colgar le queda alguna duda, contacte directamente a la entidad o persona involucrada utilizando los canales oficiales (números de teléfono publicados en sus sitios web, no los que le hayan dado en la llamada sospechosa). Comuníquese con su familiar, banco o empresa de servicios para confirmar si realmente lo necesitaban.

Estafas más allá de la llamada: mensajes y correos

Las tácticas de los estafadores no se limitan a las llamadas telefónicas. También emplean métodos similares a través de mensajes de WhatsApp, mensajes de texto, mensajes de Facebook y correos electrónicos. La principal diferencia es que su manipulación se lleva a cabo por escrito.

En estos canales, los delincuentes continúan apelando a la urgencia, la amenaza, la curiosidad o el engaño. Por ejemplo, pueden advertirle sobre el posible cierre de su cuenta de Facebook si no actúa de inmediato y lo invitan a hacer click en un enlace, no lo haga, o solicitarle dinero haciéndose pasar por un familiar o amigo cuya cuenta ha sido comprometida, o inducirlo a que haga click en un enlace porque se ganó un premio.

Ante este tipo de solicitudes, la recomendación es clara: niéguese a enviar dinero y verifique la situación a través de otro medio confiable. Es común que las personas cuyas cuentas han sido hackeadas avisen a sus contactos por otras vías (una llamada, otro número, un encuentro personal) para informar sobre la situación.

Las estafas telefónicas son una amenaza persistente y en constante evolución, pero con la información correcta, usted tiene el poder de protegerse. Hemos explorado las tácticas más comunes utilizadas por los estafadores y le hemos proporcionado estrategias clave para detectarlas y evadirlas. Recuerde que la educación y la vigilancia son sus mejores defensas.

Nunca comparta información personal o financiera por teléfono a menos que usted haya iniciado la llamada y esté seguro de la legitimidad de la otra parte. Si algo le parece sospechoso, no dude en colgar y verificar la situación a través de fuentes oficiales. Al mantenerse informado y aplicar estos consejos, puede reducir significativamente el riesgo de convertirse en una víctima de fraude telefónico. Su seguridad es lo primero.