Las energías renovables, tales como la solar, eólica, hidráulica y geotérmica, se basan en recursos naturales que se regeneran a un ritmo mayor al que se consumen. A diferencia de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), cuya formación geológica lleva millones de años y cuyas reservas son finitas, las energías renovables ofrecen una alternativa sostenible y limpia para el futuro.
Energía solar
Ocupa el primer lugar por ser la más abundante, se puede utilizar para producir calor, luz natural, refrigeración y combustibles para diversas aplicaciones.
Para convertir la energía solar en energía eléctrica se utilizan paneles fotovoltaicos o se utilizan espejos que concentran la radiación solar. Los paneles solares tienen una duración aproximada de 30 años.
Energía Eólica
Es la energía que se obtiene del viento, es decir la energía cinética (movimiento) del aire que se transforma en una forma de energía útil para nosotros, principalmente electricidad.
La energía eólica ofrece múltiples ventajas: es una fuente renovable e inagotable, no contamina y permite una mayor independencia energética al reducir la dependencia de combustibles fósiles y grandes centrales eléctricas.
Desde la molienda de grano en molinos de viento hasta la generación de electricidad a gran escala, la energía eólica ha evolucionado, adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad. Hoy en día, sus usos principales incluyen la producción de electricidad y el bombeo de agua.
Energía Geotérmica
La energía geotérmica aprovecha el calor del interior de la Tierra. Mediante pozos, se extrae agua caliente o vapor desde yacimientos subterráneos a altas temperaturas. Este fluido se utiliza directamente o de forma indirecta, a través de intercambiadores de calor, para generar electricidad. Esta energía se ha utilizado durante más de 100 años.
Energía Hidroeléctrica
La energía hidroeléctrica se genera aprovechando la fuerza del agua en movimiento, especialmente en caídas de agua o grandes desniveles. Para ello, se construyen embalses que almacenan el agua y la liberan de forma controlada.
Además de producir energía renovable, las centrales hidroeléctricas contribuyen a la gestión de recursos hídricos, regulando los caudales y almacenando agua para su uso posterior. También pueden facilitar la navegación fluvial y ofrecer oportunidades recreativas.
Energía Oceánica
La energía oceánica es un término amplio que engloba todas las formas de energía renovable que se obtienen de los océanos. Esta energía se manifiesta de diversas maneras, y aprovecharla implica convertir el movimiento del agua en electricidad.
La energía oceánica proviene de cuatro fuentes: 1. El movimiento constante de las olas, generado por el viento, contiene una gran cantidad de energía cinética. 2. La subida y bajada del nivel del mar causada por la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol generan un flujo y reflujo que puede ser aprovechado. 3. Las corrientes oceánicas, que son movimientos continuos y a gran escala del agua de mar, transportan una enorme cantidad de energía. 4. La diferencia de temperatura entre la superficie y las profundidades del océano puede utilizarse para generar electricidad.
Bioenergía
Es la energía que obtenemos de la biomasa. La biomasa, por su parte, es cualquier material orgánico que proviene de seres vivos o de sus residuos. Esto incluye plantas, animales, desechos agrícolas, residuos forestales y hasta residuos urbanos.
Las energías renovables son más que una alternativa, son una necesidad. Al conocer los diferentes tipos de energía renovable y sus ventajas, podemos tomar decisiones más informadas como consumidores y exigir a nuestros gobiernos políticas energéticas más ambiciosas. Juntos podemos impulsar la transición hacia un futuro energético más limpio y sostenible.
Autor: Vilma Guzmán
Fuente: enelgreenpower.com, un.org, login.ezproxy.biblored.gov.co, data.footprintnetwork.org.
Video: El ser humano y la electricidad
Imágenes: Diseño Vilma Guzmán en Canva
