A menudo, uno de los mayores maltratos que sufrimos es el que nos infligimos a nosotros mismos. Es posible que, sin darnos cuenta, nos estemos lastimando constantemente.
La forma en que fuimos criados, especialmente en la infancia, influye significativamente en la manera en que nos tratamos a nosotros mismos en la edad adulta. Experiencias como el abuso físico, emocional o sexual, así como la negligencia, pueden dejar heridas profundas que persisten en la edad adulta.


El psicólogo Sebastián León dice en su libro “La niñez herida”: “Sucede que, en estricto rigor, los psicoterapeutas sabemos que no existe la psicoterapia con adultos: el adulto que tenemos al frente es aquel que lleva de la mano al niño que fue y que sigue siendo dentro de él”.
Estas heridas no sanadas pueden manifestarse de diversas formas, como la depresión, la baja autoestima o dificultades para establecer relaciones saludables. En algunos casos, las personas pueden desarrollar mecanismos de defensa, como la intimidación, para protegerse del dolor interior.
Según el psicólogo Sebastián León, para sanar estas heridas es necesario reconectar con el niño interior y brindarle el cuidado y la compasión que no recibió en su momento.

En la página Connexions Terapies Integrades , Andrea Dalmau dice: “Nadie, en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mismo. El límite del maltrato que tolerarás de otra persona es exactamente el mismo al que te sometes tú. Si alguien llega a maltratarte un poco más, lo más probable es que te alejes de esa persona. Sin embargo, si alguien te maltrata un poco menos de lo que sueles maltratarte tú, seguramente continuarás con esa relación y la tolerarás siempre”.
Andrea Dalmau señala que muchos de los problemas que enfrentamos en la vida adulta se originan en los acuerdos que hacemos con nosotros mismos, a menudo basados en el miedo y la inseguridad. Estos acuerdos limitantes pueden sabotear nuestras relaciones, nuestra carrera y nuestra felicidad.
Para liberarnos de estos patrones dañinos, es importante adoptar nuevos acuerdos basados en el amor propio y la aceptación.
Los cuatro acuerdos de Andrea pueden ser una guía útil en este proceso:

1- Ser impecables con nuestras palabras: Ser impecables con nuestras palabras es tratarnos con la misma amabilidad y respeto que deseamos recibir de los demás. Esto nos fortalece emocionalmente y mejora nuestras relaciones.
2- No tomar nada personalmente: No tomar nada personalmente implica no atribuirle a los demás el poder de herirnos. Nuestras emociones son nuestra responsabilidad, y al reconocer esto, podemos tomar el control de nuestra propia felicidad.
3- No hacer suposiciones: No juegue a adivinar: si tiene dudas, pregunte sin miedo, esto evitará sufrimientos. Las suposiciones solo traen problemas.
4- Siempre hacer lo mejor que podamos: Hacer lo mejor que podamos significa dar nuestro máximo esfuerzo en cada momento, sin exigirnos más de lo que podemos ofrecer. Adaptarnos a las circunstancias y ser compasivos con nosotros mismos es clave para alcanzar el equilibrio.

Autor: Vilma Guzmán
Fuente: connexionsterapiesintegrades.com Sebastián León, "La niñez herida", -:Ril editores, 2019. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá, bibliotecadigitaldebogota.gov.co, el día 2025-01-22.
Video: Youtube - SÍNTOMAS DE AUTOMALTRATO, Youtube - Automaltrato es el que Apaga las Luces de tu Camino - Por Bernardo Stamateas.
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